miércoles, 30 de julio de 2008

El fin

Abro los ojos, tengo un dolor de cabeza oscilante. Miro a mi alrededor y sé dónde estoy. No puedo creer que después de este arduo día de trabajo, que después de todos estos días de trabajo pesado, me encuentre aquí, encerrada al final. El olor a humanidad rancia es indescriptible, entra a mis pulmones sin que lo pueda evitar. Creo que todos estamos algo decepcionados por tener que terminar aquí hoy. “Menos mal no estamos sin ropa”, pienso en busca de un pensamiento más pesimista que los que me suscita el cuadro actual. Y es cierto. Menos mal que el olor a cebolla de ese señor no se expande aún más. Miro su cara ajada. “Debe haber tenido una vida muy dura, quizá siempre fue un maestro de obras”, se me viene a la mente. Más allá una embarazada, parada sobre sus tobillos rechonchos, sin un lugar cómodo dónde pasar este calvario. Pienso en la criatura que va en su vientre “Es increíble que aún no habiendo nacido podamos experimentar lo que es ser humano”, después de todo, sólo hay una capa de placenta y piel que nos separa del mundo y de sus circunstancias. Eso del útero como el lugar infinitamente feliz no me lo compro.
Me gustaría tener un poco más de espacio. Me molesta tocar personas que no conozco. Lo terrible del asunto es tener que mirar sus caras. Unos se ven muy cansados. Otros enojados. Algunos resignados, quizá porque aquí ya no hay apuro que valga. Me impresiona ver algunos –contrafóbicos, pienso- cotorreando animados, hasta por los codos ¿Tendrán ellos eso llamado esperanza? Pienso que creer en algo me haría las cosas más fáciles ahora. “Mierda, hubiera traído el mp3” pienso, mientras creo de verdad que esto será eterno. Y cuando ya no resisto más ¡Al fin! He llegado a mi estación, aquí me bajo yo.

jueves, 24 de julio de 2008

La Serena

La Serena es serena
es serena
es... serena
con sus micros chicas colorientas
sus fálicos cerros militares
sus pletóricos cerros de casas
su clima siempre presto a que salgas de donde quiera q estés
invitándote a conocer sus rincones
no sólo sus monumentos
como una mujer
de esas de la vieja escuela
con sus artes distintas
acostumbradas a mostrar de otra manera
con su aire de historia y antaño


Camino al faro

jueves, 17 de enero de 2008

Sobre las vacaciones.

Ya hace rato que salí del examen de licenciatura y por primera vez en un año me siento verdaderamente de vacaciones (las de invierno no valen porque quedé con trabajos y ramo pendientes :/)La única responsabilidad que tengo es venir a trabajar a Salud Mental, pero sin eso sería una verdadera flojera. Como tengo que venir a trabajar (sí, ahora estoy "trabajando" :p) aprovecho de salir antes al centro, a pasear con el Bubu, a ver exposiciones, etc. Choriflai.
Y estoy leyendo un libro de Kundera que es súper weno, pero no es una novela, es un ensayo. Se llama "El telón" y se trata - según yo - de cómo adquieren valor estético algunas obras de arte, en particular la novela. Y me ha servido N para ilustrarme de la literatura. y además que Kundera es seco. Y lo que más me gusta - bueno, una de las hartas cosas que me gusta - es su metáfora del gran puente plateado une a Latinoamérica con Europa Central. Yo no tenía idea que los países europeos tenían tantas diferencias entre sí. Los veía a todos como una "gran Europa", la desarrollada y homogénea. Resulta que Europa central es una delimitación igual súper arbitraria, según Kundera, porque lo único que distingue a esos países del resto de europa son sus historias políticas de guerra, disputa de territorios y subyugaciones a las potencias europeas del momento. Ejemplo de estos lugares son Praga, Polonia, Checoslovaquia, etc. Esta diferencia ha llevado a consecuencias como que los literatos de estos "far away country of which we know little" no son tan pescados en los círculos europeos. En un encuentro de Kundera con Carlos Fuentes (escritor mexicano), Kundera dice: "De pronto, vi mi Europa central inesperadamente cercana a América Latina: dos límites de Occidente situados en extremidades opuestas; dos territorios descuidados, despreciados, abandonados, dos territorios parias; y las dos partes del mundo más profundamente marcadas por la experiencia traumatizante del barroco. Digo traumatizante porque el barroco viajó a América Latina como arte del conquistador, y a mi país natal llegó de la mano de una dura contrarreforma particularmente sangrienta ..." [Kundera, M. (2005) "El telón"pp 104-105]
Cuático.