martes, 3 de agosto de 2010

Diferencia creativa



Me repugnan las dinámicas q se dan entre “hombres” y “mujeres”. Encuentro terrible que sigan existiendo esos prototipos puros de feminidad y machismo. A la gente en general le encanta esa diferenciación, si eres mujer, te toca pensar y vivir de esta manera, si eres hombres, de esta otra. Incluso las feministas aman la diferenciación. Es algo que no puedo entender. La diferenciación existe todo el tiempo, se da hasta en las cosas más simples. Cualquier organismo vivo se diferencia de otro a los ojos de alguien, tal cual una mujer se puede sentir enteramente diferente de otra mujer. Es un proceso cognitivo normal basar nuestras percepciones en distinciones ¿porqué esforzarnos en crear una diferenciación con los criterios hombre/mujer? ¿Con qué fin queremos una diferenciación entre hombres y mujeres? A mi me parece que esta distinción se puede hacer, siempre y cuando teniendo muy bien en mente qué consecuencias va a traer, teniendo presente qué se quiere lograr al hacer la distinción ¿Se quiere discriminar? ¿se quiere devaluar al otro sexo? Muchas veces se utiliza con estos fines poco nobles.
Me parece que es evidente que este tipo de diferenciación surge de una forma biológica, del sello con el que nacemos. Pero hace mucho tiempo que la humanidad no se mueve sólo en ese eje, lo biológico ya no determina nada, NADA. Puede sonar radical, quiero expresarme bien. Sí interviene lo biológico, pero desde hace tiempo que la cultura permite que NO sea el peso predominante en sus fenómenos.
La diversidad me parece positiva. Que yo tenga derecho a decir que me cargan los “machos”, pero seguir siendo heterosexual y optar por hombres que no sean tan “hombres” es un ejemplo de que es una realidad existente socialmente, efectivamente puedo encontrar hombres que han variado respecto a sus antecesores culturales. Y eso es más sabroso para mi que un cavernícola.
NO ENTIENDO por qué a la gente le asusta que los roles masculino y femenino pierdan su sello biológico ¿Acaso se van a acabar las guaguas? Déjenme reírme un rato... no lo creo!!! El conservadurismo es lo que no nos permite pensar fuera de la caja.
¿Por qué a un niño no le pueden gustar las muñecas? ¿porqué no le compran a una niña ese camión tolva de juguete que tanto pide? Es tiempo de que evolucionemos como sociedad, crear nuevos discursos para validar a la gente QUE YA EXISTE. Ni siquiera pido que creemos otra realidad, pido que se reconozca la artificialidad actual de la división por sexos. Es una distinción arcaica, ideal e irreal.
Me encanta lo positivo de la diferencia, pero de la diferencia libre, no la diferencia del “deber ser”. De la diferencia creativa, del reconocimiento propio del ser que la vida nos hizo a cada uno.
¿Por qué tenemos que calzar con un molde? La vida contiene sus propios moldes, cada uno de nosotros está hecho a medida.

Día Equis

25 de mayo. Hace un día frío. Ella se despierta con la sensación de que es mucho más temprano de lo que realmente es. No logra salir de su sueño... ¿cómo mi gata va a estar teniendo mascotas si está operada? Los dos mundos se mezclaban, el de los sueños y el de la realidad. Se da cuenta de que está en su cama, en su pieza y el primer reflejo es mirar el reloj: 9:45 am.

Elije frutas esta vez, “Ayer ya tuve suficiente exceso de grasa” piensa. Como todas las mañanas calienta su leche blanca -entera- al microondas. 2 minutos. Y un tercero para contrarrestar el frío que hace. Y más potencia. Toma una manzana y la lava. Toma un kiwi y lo lava. Busca plátanos... no hay. Pela el kiwi, parte la manzana por la mitad. “No podría comerme una entera hoy, no tengo ganas” dice. Los pone en un plato y los pica. Miel.

Lee segundos, minutos. Para de leer y anota “Esto implica un continuo proceso de citas en la palabra. En general nadie puede hablar sin citar” en el teclado de su notebook. Suena el teléfono. Ella baja las escaleras y lo toma. “¿Aló?” No hay nadie al otro lado de la línea. Corta y sube las escaleras.

Se saca la bata, el pijama y busca más ropa con la rapidez que otorga el frío. Se pone un pantalón de buzo, calcetas, polainas, sostén, una camiseta y un polerón con capucha o hoodie. “Así mato dos pájaros de un tiro” dice. Elije un abrigo de polar con forro estampado de leopardo. Zapatillas, banano, sale de la habitación.

Corre, corre, corre. Siente su respiración agitándose, en las piernas siente cómo el ácido láctico va afectando sus músculos “Por lo menos ya se me quitó el frío... La vereda de una autopista siempre es solitaria”. No le gusta la idea de que alguien aparezca y arruine el paisaje de cielo helado. “Que bueno que no traje música. Así estoy más en el aquí y el ahora”.

Su amiga abre la puerta y le grita que pase. Ella abre el pestillo de la reja y pasa. “Estoy limpiando todo este chiquero que dejaron mis adorados” dice la amiga. Hablan de cosas cotidianas, como recetas, mascotas, lo aburridos que son los comerciales de radio, lo que han hecho estos días, una que otra anécdota. Mientras hacen esto se pasan el pucho luego de dos fumadas cada una.

Verduras, “oh que rara esa fruta ¿será dulce o salada?”, pan, leches, desc.., choco.. ¡crema! Caja chica. Busca rápidamente el resto de las cosas y hacen la fila en silencio, mientras miran con desagrado a la cajera lenta. Salen del súper y se despiden, con alegría de haberse juntado. “Apúrate antes de que se te acabe la luz verde” le dice la amiga. Corre, corre, corre.

Siempre le han extrañado esas torres que están cerca de su casa ¿serán dañinas? ¿Que pasa si ellas son la culpa de que ella no esté casi nunca en su casa? Mientras piensa esto escucha el típico zumbido de la electricidad fluyendo por fierros y cables. Siente que la vibración de energía le atraviesa el cuerpo mientras ella camina por esa vereda mirando hacia adentro. “Cuando me vaya de aquí voy a ser una seca. Ya nada me va a intervenir el cerebro” piensa.

Sueña, sueña, sueña, sueña. "Si sigo viviendo en mi cabeza, un día de estos voy a desaparecer. Va a ser como "¡chiup!" un hoyo se abrirá en el tiempo y el espacio, me tragará y ni siquiera me voy a dar cuenta de que ya no existo

lunes, 28 de junio de 2010

Lo que es la comodidad

Lo acepto, me da paja escribir en mi notebook con las manos afuera de la cama por el frío y sería fantástico poder escribir con un solo dedo aquí en el iPod! Cosas que para mi hubiesen sido un lujo un par de años atrás - e inimaginables hace 10 años- . Si en ese tiempo hubiera venido alguien del futuro a contarme que Internet iba a estar en el aire y que cada persona en la casa podía tener su propio computador con Internet todo el día, y que además iban a existir aparatos que mezclaban celular, navegador web, personal estéreo, cámara de fotos y GPS todo en uno... Me hubiera asustado y hubiera marcado el 133 para q se llevaran a ese loco de patio.
Además esta el escaldasonno, mi mejor amigo de invierno. Yo no se como no me morí de hipotermia los inviernos anteriores a él ¡Ah! Es verdad, usaba un guatero ¡Mira que ingeniosos eran en la antigüedad! Cuando les cuente a mis hijos q la gente metía en su cama unas bolsas de goma con agua caliente para el frío van a creer q viví en la prehistoria.
Eso si, aún admiro de mi misma el usar el transporte publico. Es toda una hazaña someterse a cualquier recorrido por este vasto reino de Santiago. Es como meterse en una lata de sardinas móvil. Pero esta lata se encuentra también dentro de una olla a presión. Y ya se imaginarán cuál sería el aceite de las sardinas... Hay que ser valiente y bien perfumado para resistirse a la comodidad del Papú.
Y ni hablar del microondas. Es el único culpable de q la base de mi dieta sea pan. Llego a mi casa cagá de hambre y pienso "Oh q rico seria tomar una sopita de fideos! Pero que lata igual, se demora mucho. Tengo que esperar a que hierva 3 MINUTOS. Naaa, mejor me hago un pan con queso en el microondas y listo". Es rico comer algo delicioso, pero es más rico comer ¡ahora ya!
No puede ser que la mayor frustración del día sea ir al primer piso a reiniciar el router. Aunque alguien el otro día me dijo que lo podía hacer desde mi computador... pero qué lata aprender cómo! Así de cómoda estoy. Quiero que todo se haga solo, que mis libros se lean solos, que mi gato se alimente solo, que la loza se lave sola. Lo paradójico e ilusorio del asunto es que pienso, como cada uno de ustedes que están perdiendo el tiempo leyendo esto, que algún día seré exitosa. Que tendré la plata para que todo se haga solo. Y aquí estoy sin hacer nada.

domingo, 4 de abril de 2010

La Moda

In the world of fashion one day you're in
and the next day you're out

(Heidi Klum)

¿Quién no opina que para estar en el mundo de la moda hay que ser despiadado? ¿frío? ¿feroz?
Y cómo no serlo en toda esa vorágine de imágenes que nace, gira y vive en torno a ellas.
Ellos, los expertos, son los que señalan lo que es belleza. Y nadie que no esté en ese círculo podría ponerlo en duda, pues es un círculo autopoiético (y alimentado además por el deseo del resto de los mortales comunes y corrientes que les damos autoridad en el tema).
Lo que me parece paradójico es el hecho de que estos expertos-mandamases-vacas-sagradas no son esas figuras esculturales de las revistas. Son seres humanos físicamente igual -o aún peores- que cualquier persona de la calle. Basta con ver a Anna Wintour que es la diosa de esa esfera y hasta tiene joroba de lo vieja que está. ¿Y ustedes creerán que ella ha hecho algo por reivindicar a las mujeres de su edad entorno a la belleza o la moda incluso? Tengan por seguro que esa idea nunca ha cruzado por esa rubia y anciana cabecita.
En el documental “The september issue” (2009) pueden ver más claramente de lo que estoy hablando. Mi personaje favorito es Grace, una fotógrafa ex-modelo quien lamentablemente está desperdiciando gran parte de su poder creativo por estar a merced de los cánones actuales de hermosura. Ella misma se queja de no poder añadir a Vogue imágenes con desenfoques, que muestren el movimiento. Dice que es lamentable que en la actualidad queramos que las cosas sean tan nítidas. Es un pensamiento que comparto totalmente. Estamos en la búsqueda constante de una perfección que nadie conseguirá.
Me pregunto ¿la belleza estará destinada a estar por siempre fuera de uno? ¿Qué es lo que nos hace poner referentes cada vez más ideales y lejanos a lo físicamente posible? ¿Qué es lo que hace falta para que queramos ver a gente “normal”?
Una de las razones debe ser el carácter preponderante de lo visual en nuestra forma de percibir. Recibimos tanta información visual que, para registrarla, acabamos por clasificarla en diferentes cualidades: agradable, desagradable, propio, ajeno, real, irreal, etc. Y como en todo sistema humano, comienzan a gravitar leyes en torno a esas categorías, que son a su vez sistemas ordenadores de éstas. Finalmente se logra algo así como un consenso y surge una ciencia de experticia que se encarga de tales o cuales cualidades. En este caso emerge una “modología”, que vendría siendo un saber sobre la moda o la belleza. Necesitamos la ley de la moda para que dicte los referentes de lo bello por nosotros, aunque creamos que es injusto. La belleza es uno de muchos fenómenos simbólicos que no se puede dictar de forma individual. Por estar dentro de un sistema humano habrá un lugar para los expertos en moda, como lo hay para un montón de otros expertos.
Esta reflexión me deja lugar a un montón de otros cuestionamientos, como la aleatoriedad de la evolución en la moda, marcada por millones de micro-hitos que se suceden uno tras otro y en la que nadie podrá controlar su desarrollo. Es decir, en moda cualquier cosa podrá suceder, dado que no existe una ética en ella. Nadie en ese mundillo se responsabiliza o se pregunta qué consecuencias tendrá tal o cual trend que decidan imponer. Es efectivamente una vorágine sobre la que hay poco control, dado en parte porque es tan difícil controlar fenómenos culturales como este, que pareciera que tuvieran una inercia o vida propia.
Yo creo que ni Heidi Klum podrá decidir cuándo ella misma se va a poner “out”.